El viajecito IV

Llegamos a Pinto para cenar.
El parador, como todos los anteriores, estaba repleto de mujeres con rumbo a Jujuy.
Cruzando la ruta había algunos puestos y otro comedor rutero. Hartas de sandwichs y milanesas, partimos en esa dirección en busca de un choripán. Pero no hubo caso y, a pesar de nuestra caminata, lo más "distinto" que pudimos conseguir fue un sandwich de lomito.
Por suerte, sí pudimos abonar la cena con abundante cerveza, lo que provocó el sueño profundo entre el pasaje hasta bien entrada la madrugada.

Me desperté pasadas las 5, cuando estaba empezando a clarear. Pude disfrutar de un amanecer maravilloso: poco a poco se iban iluminando los cerros que la noche me había ocultado hasta entonces.

Paramos en Rosario de la Frontera, Salta, para visitar los baños y tomarnos un cafecito.

Y todo siguió tranquilo hasta las 9, hora a la que llegamos al "Hogar Eva Perón" (no, no me hice peronista de golpe, pero fue lo que conseguimos a $6 la noche), donde habíamos reservado. Está en las afueras de San Salvador, a unos 8 km, frente al Dique Los Alisos. Un lugar hermosísimo, rodeado de cerros, agüita del arroyo y un cielo azul maravilloso.

Vista desde el albergue.

Con mucho calor, varias nos bañamos a las apuradas: a las 10 comenzaba el acto de inauguración del XXI Encuentro Nacional de Mujeres.