Fin del debate y marcha

Como anticipé, el cierre de los talleres fue muy dificil.
Las católicas intentaron, por todos los medios y con variadas estrategias, impedir el debate en primer lugar.
Y, a la hora de las conclusiones, la cosa se endureció aún más. En muchos casos incluso intentaron cambiar las decisiones concensuadas en el taller.
De todas formas, como en general el concenso es imposible, se optó por plantear las dos posturas claramente, como para diferenciarnos.

Hubo algunas perlitas maravillosas:
En el taller del que participé, "Mujer, anticoncepción y aborto", escuché a una de las católicas sostener y plantear como propuesta que ellas están "en contra de la liberación de la mujer", lo que provocó, obviamente, la indignación general. Después de 21 años de encuentros feministas, plantear una cosa semejante es increible.
También propusieron, por ejemplo, que se recomiende la utilización de los métodos anticonceptivos "naturales" (días infértiles, temperatura, etc.). No, si lo único que nos falta es no poder hacer el amor cuando nos venga en gana...
A todo esto hay que sumarles las posturas que ven a la familia "natural" como "papá, mamá y los chicos", la visión de que "hay un sólo género, el humano", su discriminación total y absoluta hacia l@s homosexuales, y que la educación sexual deben darla sólo los padres, porque "quien mejor que ellos para hacerlo".

Finalmente, salvo algunos disturbios menores en talleres aislados, se pudo terminar, divididas la mayoría de las conclusiones. Pero se pudo.

Y de ahí, todas a la marcha. Que fue multitudinaria.

Lamentablemente, como ya pasó otros años, la comisión organizadora del Encuentro trazó el recorrido de la movilización evitando que pasara por lugares controversiales: la casa de Gobierno y, por supuesto, la catedral. Y decidieron que termináramos todas, patéticamente, frente a la vieja estación de ferrocarril.










Pero la cosa se puso linda cuando mujeres de varias agrupaciones feministas y partidos políticos decidimos ir de todas formas a la iglesia.
En la puerta nos encontramos con muchas (realmente eran muchas) personas con carteles contra el aborto y por la vida, con rosarios en las manos, rezando en voz alta, esperándonos.


Fue realmente divertido enfrentarlos con ciertos cantitos:
"Saquen sus rosarios de nuestros ovarios"
"Iglesia, basura, vos sos la dictadura"
"Ustedes se callaban cuando se los llevaban"
"Asesinos son ustedes, con aborto clandestino las que mueren son mujeres"
Entre otros.
Ellos sólo contestaron con más rezos, alzando sus medallitas.
Y se pusieron medio locos cuando empezamos con el "paso, paso, paso, se viene el clitorazo!" que deribó, finalmente, en un "se viene el tetazo!" mientras todas mostramos nuestros hermosos atributos superiores.

En fin, ahora nos espera la peña hasta entrada la madrugada. Esperemos encontrar empanadas y vino.