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No sé nada de ornitología.
Pero recién, en la oficina, donde nunca escuchamos nada más que bocinazos, sirenas o griterío, empezó a sonar un bellísimo canto de pájaro. Constante, fuerte, claro, vital.
La Doc lo descubrió, en el borde de la terraza, dos pisos más arriba.
Era él el que cantaba. Hinchaba el pecho y cantaba para nosotras.
Lo miramos un ratito, disfrutamos de su música y me dejó pensando.
Estoy segura de que me vino a despedir.
Y a demostrarme que la libertad es maravillosa.
Mañana es mi último día en esta cárcel.
5 comentarios:
Pues: ¡A volar! que los seres humanos "tampoco" fuimos creados para encerrarnos entre cuatro paredes blancas, adónde vienen a vernos nuestros amigos, de dos en dos y de cuatro a seis...
Uyy, derrapé de nuevo.
Bueno, felicitaciones por tu último día de cárcel, y bienvenida a la libertad.
Free as a bird
Sentirse ‘libre como un pájaro’... ya lo decía John Lennon (continuando un tópico clásico mas no por ello pasado de moda).
Goce ud. abiertamente de su libertad, cualquiera sea ella y cualquiera el tiempo que dure.
Carpe diem
Pobre bicho...
Escuché por ahí que hay muchos pájaros que, al no tener ya campos con hiebas a causa de la soja transgénica y los pesticidas de monsanto, van emigrando a las ciudades donde, aunque parezca mentira, todavía queda vida en las plazas y en las macetas, y en los yuyos que brotan por todas partes...
Que disfrutes de tu nueva situación.
Gracias a tod@s.
La idea es justamente esa: disfrutar de mi libertad. Y aprovecharla al máximo para hacer lo que siempre deseé. Ya se van a ir enterando de cómo marchan las cosas.
Saludos.
:)
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